Los contagios de coronavirus en Perú parecen no dar tregua al gobierno del presidente Martín Vizcarra, ya que los casos positivos alcanzaron los 199,696 infectados, convirtiéndose así en el octavo país con más contagios en el mundo, en tanto el Banco Mundial advierte que la contracción de la economía peruana sería la segunda más profunda en América Latina y el Caribe.
El coronavirus sigue azotando a Perú, mientras su economía registra su peor momento en mas de 20 años. |
La cifra de contagios por coronavirus tuvo un nuevo incremento el lunes con 3,181 casos positivos, alcanzando un acumulado de 196,515 contagios y 5,571 fallecidos, cifras poco alentadoras si tomamos en cuenta que Perú registra la cuarentena más larga del mundo, a la fecha se cumplen 85 días de aislamiento social.
Si observamos la data de los nuevos contagios de Covid-19 en Perú, a primera vista daría la impresión que se ha alcanzado la ansiada meseta, sin embargo, el menor número de contagiados se debería también a una menor cantidad de pruebas.
El Ministerio de Salud (MINSA) informó el lunes de la muerte de 103 personas a consecuencia del coronavirus, la cifra más baja desde el 25 mayo, este dato podría darnos una luz de esperanza en medio de un inminente colapso del sistema sanitario.
Perú a impuesto una de las cuarentenas más rígidas y de mayor duración en América Latina, sin embargo los resultados no fueron los esperados, producto del desorden social, una mala distribución de la ayuda económica a las familias pobres, la corrupción y un débil sistema de salud.
El Poder Ejecutivo ha extendido la cuarentena hasta el 30 de junio, al mismo tiempo muchos negocios han comenzando a reabrirse ya que el daño económico a consecuencia del coronavirus podría ser muy severo.
Precisamente el Banco Mundial (BM) ha reducido drasticamente las proyección de crecimiento de la economía peruana para el 2020, ello debido a las medidas que tomo el gobierno para frenar los contagios del coronavirus.
El organismo internacional prevé que el PBI (Producto Bruto Interno) de Perú caerá un 12% en el 2020, una situación que ha motivado a que la agencia Fitch Rating bajara la calificación de la deuda de peruana, un hecho que no había sucedido en los últimos 20 años.
Para el economista, Alfredo Thorne, este rebaja es una llamada de atención de que el Perú se está alineando a países medianamente endeudados, como Colombia y México.
Para Dieho Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía, la baja en la calificación es una primera señal de alarma, por lo tanto no se podría hablar de los impactos directos, por lo tanto el gobierno debe cuidar las fortalezas fiscales, por que de lo contrario podría haber un deterioro de la capacidad de endeudamiento.
Perú a impuesto una de las cuarentenas más rígidas y de mayor duración en América Latina, sin embargo los resultados no fueron los esperados, producto del desorden social, una mala distribución de la ayuda económica a las familias pobres, la corrupción y un débil sistema de salud.
El Poder Ejecutivo ha extendido la cuarentena hasta el 30 de junio, al mismo tiempo muchos negocios han comenzando a reabrirse ya que el daño económico a consecuencia del coronavirus podría ser muy severo.
Precisamente el Banco Mundial (BM) ha reducido drasticamente las proyección de crecimiento de la economía peruana para el 2020, ello debido a las medidas que tomo el gobierno para frenar los contagios del coronavirus.
El organismo internacional prevé que el PBI (Producto Bruto Interno) de Perú caerá un 12% en el 2020, una situación que ha motivado a que la agencia Fitch Rating bajara la calificación de la deuda de peruana, un hecho que no había sucedido en los últimos 20 años.
Para el economista, Alfredo Thorne, este rebaja es una llamada de atención de que el Perú se está alineando a países medianamente endeudados, como Colombia y México.
Para Dieho Macera, gerente general del Instituto Peruano de Economía, la baja en la calificación es una primera señal de alarma, por lo tanto no se podría hablar de los impactos directos, por lo tanto el gobierno debe cuidar las fortalezas fiscales, por que de lo contrario podría haber un deterioro de la capacidad de endeudamiento.
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